Cómo Superar mi Ruptura de Pareja

Ruptura de pareja

¿CÓMO SUPERAR TU RUPTURA DE PAREJA?

Para saber cómo superar tu ruptura de pareja, lo primero es entender qué es lo que está pasando en tu mente.

Un duelo tiene una serie de fases por las que debemos transitar de la mejor forma posible para evitar que queden secuelas que puedan interferir en la forma que vivimos el amor en un futuro. Conocer las emociones, los pensamientos y los comportamientos que van a ir produciéndose durante el proceso de duelo, es importante para poder anticiparnos y gestionarlo de forma correcta.

En este artículo conocerás las fases del duelo por ruptura como nunca antes te las habían contado.

Terapia de pareja

Transitar y entender las fases de un duelo por ruptura, es imprescindible para superar tu ruptura de pareja.

Fases del duelo para saber cómo superar tu Ruptura de Pareja

  1. NEGACIÓN

La negación es la primera fase de un duelo por ruptura. Ocurre al recibir la noticia: no nos lo creemos, nos aferramos a una esperanza, nos auto-engañamos pensando que todo volverá a la normalidad.

‘No puede ser’

‘Hace unas semanas me dijo que me quería’

‘Si fuera así, no habríamos pasado aquel maravilloso día’

Tu mente hace esto para protegerte, pues sabe que la noticia es demasiado dura. Así, reinterpreta la realidad para no tener que asimilarla. Ni a ti ni a tu mente le gusta la idea de que esa persona ya no vaya a formar parte de tu vida, por lo que te agarras a esa esperanza, sin considerar que esa esperanza va a volverse en tu contra: alargará el sufrimiento y la duración del duelo.

Si te encuentras en la fase de negación, busca evidencias claras de la realidad. ¿Cuáles son los hechos? Fíjate en los hechos, NO en la forma en que tu mente los está interpretando. Es difícil porque tu mente te ama e intenta protegerte, pero es importante que salgas de esta fase, pues solo así podrás avanzar hacia la siguiente fase.

  1. RABIA

Esta fase de la ruptura es muy molesta porque nos hace sentir impotencia, y además nos genera pensamientos y preguntas a las que no logramos dar una respuesta: ¿Por qué me ha hecho esto? ¿Por qué de un día para otro? ¿Por qué de esta forma? ¿Cómo se atreve a producirme tanto dolor? Y es que después de todo lo que habéis compartido y pasado juntos, te da rabia que todo acabe así.

Rabia por atentar con tu bienestar, con tu estado de confort. También puedes sentir rabia por haber estado en fase de negación, por haberte estado aferrando a una esperanza, por haberte sometido al autoengaño… Y en el caso de que haya una tercera persona involucrada en la ruptura, puedes sentir rabia también hacia ella, e incluso llegar a obsesionarte.

La rabia puede traer consigo cierta sed de venganza. De modo que puede despertar en ti el deseo de herirle de algún modo… Si estás en este punto, es importante que te preguntes lo siguiente ¿Va a beneficiarte a ti el hacerle daño a él/ella? ¿La forma en que quieres herirle a él/ella puede que dañe a terceras personas? Y en este caso, con terceras personas me refiero a hijos/as (en caso de que los haya).

Sentir esa rabia y esa sed de venganza no te hace mala persona, sino que es propio de un proceso de duelo. No obstante, tomar consciencia de ello, te ayuda a salir de esta fase, y a no tomar una decisión vengativa de la que en un futuro, puedas arrepentirte.

La rabia, activa nuestra mente, nos genera un pensamiento en bucle, le damos vueltas a todo, necesitamos una explicación, nos preguntamos continuamente el por qué, y este pensamiento obsesivo interfiere también en nuestros descansos.

  1. NEGOCIACIÓN

Es esa fase en la que, ya sabes que la ruptura es real (has salido de la negación), e incluso has sentido esa rabia e impotencia porque esa persona te ha fallado (te sientes traicionada), pero aún así, una parte de ti está dispuesta a negociar para retomar la relación.

Es esa parte de ti que no deja de preguntarse el por qué, que busca sin parar una explicación, pues cree que conociendo la explicación, encontrará una solución.

Es esa parte de ti que no hace caso de lo que en el fondo sabe que es cierto: que la relación, aunque se retomara, ya no volvería a ser la misma

Esta fase nos molesta porque nos genera incomprensión interna: sabemos que no nos conviene arrastrarnos más, sabemos que debemos seguir hacia adelante, pero sin embargo, una parte de nosotras quiere negociar, quiere saberlo todo, quiere quedarse ahí, en el análisis, en la búsqueda de una explicación, de una solución… En la esperanza de volver.

Lo que principalmente diferencia esta fase de la fase de Negación, es que en el fondo sabes que no hay marcha atrás, que te toca seguir hacia adelante, que tienes que enfrentarte a este dolor que genera la ruptura. Ya sabes que debes terminar con la esperanza, pero una parte de ti que no logras entender, sigue aferrándose a ella.

  1. TRISTEZA

Suele ser la fase más larga de la ruptura. Nos sentimos vacías, sin ganas, sin motivación, y es que, llegado este punto, a nuestra mente la han pasado tres cosas:

¡Está agotada!

Ha trabajado demasiado. Durante las fases anteriores no ha tenido ni un descanso. Todo ha sido pensar y pensar. Ahora necesita descansar. No está preparada para tomar grandes decisiones. Necesita recomponerse.

¡Está dolida!

Ha recibido un mensaje que le ha tocado la autoestima: ‘Ya no soy suficiente’. Pero este mensaje no es cierto. La vida son cambios, y el hecho de que una persona decida continuar su vida sin ti (y puede haber mil y una razones para que llegue a esta decisión y no todas tienen que ver contigo), no significa que tu valgas menos como persona de lo que valías antes.

¡Se ha dado por vencida!

Se ha silenciado la voz de la esperanza, de la negociación. Ya se ha dado cuenta de que solo hay una dirección y es hacia adelante, pero necesita un tiempo, necesita descansar. 

Y es importante que le permitas este descanso a tu mente.

De esta fase, como de todas, también se sale, se sale trabajando en una misma, conociéndonos mejor, desarrollando nuestro amor propio, y empoderándonos. No de una forma banal, sino desde el interior, desde nuestras creencias más profundas.

  1. ACEPTACIÓN

Es ese maravilloso momento en el que ‘sueltas’ y ‘dejas ir’…

  • Soltar es dejar de luchar contra aquello que no está en tu mano. Por ejemplo, las decisiones que otra persona toma, no está en tus manos cambiarla.
  • Dejar ir es dejar espacio para que entren nuevas ilusiones, nuevas experiencias, nuevas personas…

Tu mente ya ha descansado y se siente preparada y motivada para recomponer su sistema de valores y todo el entramado vital.


Si te has bloqueado/a en alguna de estas fases y sientes la necesidad de ayuda externa para superar tu ruptura de pareja, existen profesionales para ello. Como psicóloga especializada en rupturas, estaré encantada de caminar por este proceso junto a ti. Contacta

Psicologa en albacete

Jennifer Arfeli – Psicóloga Consultora en Rupturas de Pareja y Relaciones Sentimentales.

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