Cómo dejar de sentir vergüenza

VERGÜENZA

¿CÓMO DEJAR DE SENTIR VERGÜENZA?

La vergüenza: un miedo a ser juzgada.

La vergüenza es una emoción.

Aparece cuando sientes que desatas la desaprobación de los demás.

Su función, es la de regularnos conforme a la sociedad en que vivimos.

No obstante, hay personas que han tenido que regularse conforme a una parte muy cruel de la sociedad. Y al querer adaptarse a esa parte, han sido juzgadas de tal forma, que la vergüenza les ha acompañado como forma de protección.

La vergüenza te protege ante esa oscura parte de la sociedad con la que has tenido que lidiar.

Has sido juzgada de tal forma, que la vergüenza te acompaña en forma de protección.

La vergüenza aparece entonces en ti cuando sientes que no eres suficiente, activando una voz interior que dice “tierra trágame”.

Quieres desaparecer para no tener que ser juzgada.

Y tiene un origen.

En tu pasado…

  • Te comparaban con tu hermanx o con algún amigx.
  • Tus logros no se reconocían o no te felicitaban por ellos.
  • Tuviste un mote que odiaste, en casa, en clase, o con amigos.
  • Tus padres se enfadaban mucho contigo cuando hacías algo mal.
  • En tu casa pasaban cosas que no podías contar a tus amigos.
  • Tenías una amiga muy líder que brillaba.
  • Sufriste acoso en la escuela.
  • Los compañeros se metían contigo.
  • Una profesora te ridiculizó delante de tu clase.
  • Eras la más alta, la más baja, la más corpulenta, o la más delgada.
  • Te costaba aprender o tal vez escribías o leías mal.
  • Te gritaban cuando te ayudaban con los deberes.

Tal vez no coincides con todas, pero apuesto a que al menos con cinco.

Son heridas emocionales.

Heridas que vuelven a doler cada vez que sientes vergüenza.

Por eso evitas.

Evitas exponerte.

Evitas ser juzgada.

Es tu mente que protege a esas heridas para que no vuelvan a sangrar.

«No te expongas, y así no serás juzgada, tal y como lo fuiste en el pasado»

Te dice que no te expongas, que tienes heridas.

Que nadie te mire.

Que nadie te oiga.

Para que nadie las vea.

Evitas sentir vergüenza. 

Y de esta manera, la sientes todavía más.

La vergüenza: una necesidad de aprobación.

Experiencias en las que te has sentido menos válida, al ser repetidas, te crean el sentimiento de no ser suficiente, de no valer, de no poder llegar.

De que tú no tienes eso que hace especial a los demás.

Pero tú no eres tus sentimientos.

Esos sentimientos son tus heridas.

Y lo que tu mente no sabe, es que para que esas heridas cicatricen, deben ser atendidas.

Y para ser atendidas, deben ser expuestas.

Exponte.

Que todo el mundo vea como curas tus heridas.

La vergüenza se trabaja exponiéndote de nuevo. Dejando de ser invisible.

Comienza por pequeñas cosas que te hagan sentir incómoda y exponte a ellas.

Solo así tu cerebro podrá comprobar que ya tienes esa aprobación y dejará de protegerte.

Al principio, él te enviará la vergüenza como forma de protección.

Debes dialogar con él.

Dile que el peligro ya no existe, que forma parte del pasado.

Que esa parte tan cruel de la sociedad, ya no está en tu vida.

Que ahora, tu contexto es diferente.

Y que por eso, tú vas a comportarte de manera diferente:

Te vas a dejar ver.


¿Sabes lo que verdaderamente hace especial a las personas?

Su bondad


¿Exponerte te produce ansiedad? Haz clic AQUÍ para contactar con la Consulta de Psicología de Jennifer Arfeli.


× ¿Cómo puedo ayudarte?